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domingo, 12 de octubre de 2014

EL MERCADO DE OTAVALO. Un laberinto de colores.


La verdadera belleza de Otavalo reside en su gente, los indígenas Otavaleños. El Mercado de Artesanías que hace famosa a esta ciudad es, sin dudas, uno de los más espectaculares de toda Sudamérica. Dos cosas fundamentales vuelven tan atractivo a este Mercado: su excepcional oferta y su relevancia cultural. Lo que lo vuelve fascinante es el modo en que el visitante puede vivir la cultura ecuatoriana y las tradiciones de la Sierra en un mercado donde las generaciones actuales interactúan del mismo modo que lo hacían en la época histórica en que fue creado.
El mejor día de la semana para visitar este rincón de los Andes es el sábado. Este día el mercado se expande por las calles de la ciudad desde su sitio original de la Plaza de los Ponchos. También es posible visitar el Mercado de Animales. 




El mercado artesanal
Este Mercado está ubicado en la conocida “Plaza de los Ponchos”. Un alucinante laberinto de telas y ropas de vivos colores se desparrama desde ahí por un gran número de calles aledañas a la Plaza todos los sábados. El resto de la semana, se restringe a la Plaza y a los locales comerciales de los alrededores. Casi de todo es posible encontrar mientras se deambula por las calles atestadas de ofertas, desde abrigos, pasando por charangos de armadillo, pinturas, bisuterías, artesanías, tapices para las paredes y hasta huevos fritos de cerámica. Un consejo gratuito: no se restrinja exclusivamente a la Plaza, camine y regatee por las calles más alejadas y puede que consiga por ahí mejores precios. Obviamente, mientras más compre, mejores precios recibirá. No tema alejarse de las calles principales pues toda la ciudad de Otavalo es un gran mercado donde podrá encontrar de todo lo imaginado y lo aun por imaginar.





Los indígenas otavaleños
Los Otavaleños han llegado a ser, posiblemente, la población indígena más próspera y más famosa de toda América Latina. En los últimos años se han diseminado por todo el mundo en una exitosa campaña por llevar la cultura andina al mundo. Puede ser que en parte por su éxito económico, los Otavaleños se las han arreglado para preservar cientos de años de tradiciones e identidad cultural. Son orgullosos y lo demuestran. Aun son fáciles de identificar por su vestuario tradicional: las mujeres con sus blusas blancas bordadas y sus collares de cuentas o mullos dorados, mientras que los hombres llevan el cabello largo tejido en una trenza, pantalones blancos por los tobillos, ponchos y sandalias.
La historia ha demostrado que los Otavaleños tienen un especial talento para todo lo relacionado con la producción textil y los negocios, (también para la artesanía y la música), desde épocas remotas, anteriores incluso a la Conquista Inca. Bajo la égida inca, en el siglo XV, Otavalo se convirtió en un importante centro administrativo al introducir en el área nuevos cultivos y animales. Unos años después de la Conquista española, la tierra ecuatoriana fue parcelada y entregada a dueños españoles. En Otavalo, Rodrigo de Salazar estableció una enorme fábrica de textiles (obraje) en su propiedad. A mediados de los años 1500, empleó a cientos de trabajadores y produjo una amplia gama de textiles que tuvieron gran uso en la Sudamérica colonial. Los españoles introdujeron nuevos utensilios y fibras a esta industria del tejido y a principios del siglo XVII el taller de Salazar se había ya convertido en el más importante del país. 




El actual auge textil en Otavalo despegó a inicio de la década de 1960 cuando los Otavaleños que trabajaban en la Hacienda Zuleta comenzaron a usar técnicas de tejido introducidas desde Escocia. De este modo fue cuando surgió el material llamado Casimir Otavaleño, que tiene un bajo precio y una alta calidad y que pronto encontró clientes importantes en diversas ciudades ecuatorianas. Los tejedores diversificaron con el tiempo sus producciones y muy pronto se establecieron por todos los rincones del país. Actualmente con más del 80% de los Otavaleños relacionados de un modo u otro con la industria textil, los productos de Otavalo se encuentran en todos los mercados del mundo, desde aquellos en países vecinos como Venezuela y Colombia hasta los Estados Unidos, Europa e incluso Asia.





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