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lunes, 19 de octubre de 2015

BOCAS DEL TORO. Un destino caribeño en Panamá.


Al oeste de Panamá, en la costa Caribe, se encuentra uno  de  los lugares más emblemáticos del Caribe panameño: Bocas del Toro, un archipiélago paradisíaco de playas de arenas blancas y aguas cristalinas, donde parece que el tiempo se ha detenido. 
Entre los meses de enero a abril, durante la denominada estación seca, y coincidiendo con la Semana Santa, es un buen momento para visitar la zona.  A Bocas del Toro se puede llegar tanto en avión como en transporte terrestre y desde Isla Colón, la más grande del archipiélago, y en lancha se puede acceder a los diversos enclaves.
La capital del archipiélago en Bocas, es Isla Colón; una pequeña población caracterizada por su colorida arquitectura de casas de madera, amplios porches, balcones y palafitos levantados sobre el mar.





Además de su naturaleza virgen, la tranquilidad y una atmósfera cautivadora de multiculturalidad impregnan cada metro cuadrado de este paraíso poblado por caribeños que migraron a la zona atraídos por las plantaciones bananeras tras trabajar en el Ferrocarril y en el Canal de Panamá.
Aguas turquesas repletas de estrellas de mar, 200 especies de peces tropicales, la cocina 'estilo bocatoreño' y el surf en playas inexploradas, son sólo algunas de las opciones que ofrece este lugar a los viajeros de todas las edades y para todos los bolsillos que encontrarán por todo el archipiélago establecimientos donde alojarse.




Qué visitar en Bocas del Toro

El Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, con más de 200 especies de peces tropicales.
El  Primer Parque Marino de Panamá (1988), que ocupa un poco más de 13.000 hectáreas de tierra y mar, tiene como objetivo la conservación de arrecifes, manglares, playas de anidamiento de tortugas y lagunas, que lo convierten en una de los pocas áreas protegidas de América Latina que preserva ecosistemas tan importantes. Su remota ubicación lo hace un refugio ideal para especies en extinción y  para otras tan singulares como las tortugas de agua dulce, la rana roja, autóctona de este archipiélago, o los cocodrilos. 

Las delicias bocatoreñas: Comer en un palafito.
Repartidos por la costa y en enclaves espectaculares se encuentran apacibles restaurantes de estilo antillano donde el pescado, los camarones o la langosta, aliñados con especias caribeñas, son los principales platos del menú y a precios muy accesibles. Se trata de palafitos donde degustar recetas típicamente bocatoreñas mientras se disfruta de un ambiente caribeño.



Una parada en Isla Zapatilla
Son dos islotes vírgenes, pertenecientes al Parque Marino de Bastimentos, que representan la viva imagen de un paraíso tropical: playas con aguas de color turquesa con arenas blancas y donde se puede disfrutar del esnorquel y de sus fondos marinos.

Solo para surfistas: Playa Bluff
En el extremo norte de  Isla Colón se encuentra esta  amplia playa de arena dorada y muy popular entre los surfistas a apenas 30 minutos en coche desde el muelle de Isla Colón.  De oleaje medio, cuenta con una gran variedad de vida silvestre en sus alrededores y es un sitio espectacular para ver un buen atardecer.





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