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domingo, 16 de febrero de 2014

ABU SIMBEL. El tesoro de los faraones.


Abu Simbel es un lugar de interés arqueológico constituido por dos templos excavados directamente en la roca. Está situado en el extremo sur de Egipto, en la ribera occidental del lago Nasser a unos 230 km al suroeste de Asuán. Los templos forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979 con el nombre de Monumentos de Nubia.
Entre 1964 y 1968 el conjunto de los templos hubo de ser reubicado debido a la construcción de la presa alta de Asuán y la subsecuente formación del lago Naser. Para evitar que estas joyas arqueológicas quedaron bajo el nivel de las aguas, un equipo internacional de ingenieros procedió a cortar grandes bloques de mas de 20 toneladas cada uno y trasladarlo a un nivel más elevado, a salvo de la crecida del rio, donde fueron ensamblados nuevamente.
Abu Simbel, significa el padre de la espiga. Los templos fueron construidos por orden del faraón Ramsés II, hijo de Seti I.
La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos casi 20 años, hasta 1264 a. C. Es uno de los seis hipogeos, excavados en la roca. El propósito del templo era impresionar a los vecinos del sur y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región.
El templo fue construido por Ramses II para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh (1274 a. C.). Está dedicado al culto del propio Ramsés así como al culto de las grandes deidades del antiguo Egipto, Amón, Ra y Ptah. De esta manera, el faraón se situaba como una divinidad mas del panteón egipcio.



Ramses II combatió tanto a los enemigos del norte, y del sur. Pero su batalla más importante fue la de Kadesh, en Canaán contra los hititas. Y aunque el faraón se jacto en los muros de Abu Simbel de haber ganado la batalla, en realidad, esta terminó con un tratado de paz entre ambos grupos.
Al decaer la antigua civilización egipcia y con el paso del tiempo, el templo fue quedando en el olvido y poco a poco se fue cubriendo de arena, hasta que en el año 1813 lo visitara el suizo Johan Ludwig Burckhardt, quien comento su hallazgo con el italiano Giovanni Belzoni, quien en 1817 fue capaz de liberar el acceso al templo y saquear todos los objetos de valor que pudo transportar.
La fachada del templo tiene 33 m de altura y 38 m de ancho, y en ella por cuatro estatuas sedentes custodian el acceso, cada una de ellas mide unos veinte metros de altura y están esculpidas directamente sobre la roca. Las estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono y con la doble corona del Alto y Bajo Egipto, símbolo de la dominación que ejercía sobre todo el valle del Nilo. Una de las estatuas resulto dañada por un terremoto, lo que no resta a la majestuosidad del templo, que aún asombra a sus visitantes.
Entre 1964 y 1968, y debido a la construcción de la alta presa de Asuán, el templo hubo de ser reubicado en una zona más alta de la misma ladera donde había sido tallado originalmente. Para esto, un equipo de expertos internacionales, con el respaldo de la UNESCO, realizo un trabajo que consistió en cortar el templo en enormes bloques de mas de 20 toneladas, que seguidamente fueron ensamblados en su nueva ubicación; esta labor titánica se considera uno de los grandes logros de la ingeniería.





El templo fue construido con tal orientación que durante los días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del Solsticio de invierno, respectivamente) los rayos solares penetraran hasta el santuario, situado al fondo del templo, e iluminaran las caras de Amón, Ra, y Ramsés, quedando sólo la cara del dios Ptah en penumbra, pues era considerado el dios de la oscuridad.
No se sabe a ciencia cierta porque se eligieron estas fechas, e incluso a través de observaciones astronómicas se ha confirmado que en el momento de su construcción, hace más de 3200 años, el fenómeno sucedía el 22 de octubre y el 20 de febrero, esto es 60 días antes y después del solsticio de invierno.

El templo menor de Abu Simbel se encuentra al norte del templo principal y está dedicado a la diosa Hator y Nefertari, la esposa favorita de Ramses II. La fachada de este templo está decorada con seis estatuas. El templo menor de Abu Simbel está situado al norte del mayor. Está también excavado en la roca y dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza, así como a su esposa favorita, Nefertari. La fachada esta decorada con seis estatuas, en este caso de pie, de las cuales cuatro representan al faraón y dos a su esposa. En su interior encontramos una sala hipóstila con seis columnas cuyos capiteles se encuentran decorados con la cabeza de la diosa Hathor.

La sala Este contiene algunas escenas que muestran a Ramsés y su esposa ofreciendo sacrificios a los dioses. Tras esta sala se encuentra otra que muestra escenas similares. Al fondo del templo se halla el santuario que contiene una estatua de la diosa Hathor.




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