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sábado, 25 de julio de 2015

LA RUTA 66. Coches, motos, moteles y canciones de películas.


El cine se cimenta a base de mitos, de imágenes perdurables en torno a las cuales desenredar relatos sin fecha de caducidad. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que a través de una carretera? Vías como la mítica Ruta 66 son mucho más que eso, son historias que se despliegan a través de kilómetros y kilómetros, uniendo pueblos y ciudades, hilando anécdotas y curiosidades de la misma manera que una película salta de un género a otro: de la comedia a la tragedia, del romance más melancólico a la acción más estrepitosa.
El libro de María Adell y Pau Llavador, subtitulado “coches, moteles y canciones de película”, refleja a la perfección su espíritu ya desde su nombre: esto va de carreteras polvorientas, moteles olvidados, absurdos monumentos y también ciudades fantasma; pero también canciones inolvidables (incluye una Playlist y código QR con lista de Spotify) y curvas entre privilegiados parajes naturales.






El volumen propone nada menos que seis itinerarios distintos que exprimen al máximo la zona y que admite variaciones por Nevada (Las Vegas), Utah (Monument Valley) y Colorado (las Rocosas). Un apasionante viaje ilustrado con fotografías exclusivas que nos sumergen en el ambiente 'southwest' de la Ruta 66, sin duda uno de los más americanos que pueden existir.
Bonnie & Clyde. Thelma y Louise. Easy Ryder. Rebelde sin causa. Y por supuesto, una de las películas entre películas, La Diligencia. Todas ellas tienen en común algo más que ser obras relevantes, y es la mítica Ruta 66 que une Los Ángeles y Texas, dos lugares icónicos en la geografía y la cinematografía americana que encuentran aquí su perfecta simbiosis.
El primero de ellos, basado en El diablo sobre ruedas, la pesadilla que sirvió de debut a Spielberg, nos ilustra perfectamente el espíritu vasto y artificial de Los Ángeles, ciudad donde se desarrolla la mitad de la producción cinematográfica de su país. Miren por el retrovisor, por si les sigue algún camión oxidado...
California, con la idílica ruta de los protagonistas de Entre copas, es también protagonista, como lo pueden ser también sus deliciosos vinos. El parque Yosemite y otras localizaciones de aires surferos toman poco a poco el relevo de las construcciones de hormigón.





La Arizona de los protagonistas de Easy Rider y la Nevada del solitario protagonista de la salvaje road-movie Punto Límite: Cero conforman el tercer y cuarto “road trip” del libro de Adell y Llavador, aunque afortunadamente sin ese toque suicida de las películas. En plena mitad de la Ruta 66 hallamos Nuevo México y Texas, y qué mejor película (y acordes musicales) que los de Paris Texas (no garantizamos, eso sí, que se encuentren a Harry Dean Stanton vagando por el desierto).
Acabamos con Colorado y Utah, valles monumentales ejemplificados con la no menos misántropa Thelma & Louise, pero cuya densidad mítica consigue que nos olvidemos literalmente de todo lo demás.
Ruta 66 Coches, moteles y canciones de película es un libro de lujo, y como tal viene cargado con fotogramas, carteles, mapas que ayudan a ilustrar las rutas,. También una selección musical que completa lo anterior y propone un viaje sensorial y físico completo por EEUU. Más americano, imposible.


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